LA OBRA DE RESTAURACIÓN

La restauración del castillo de Azay-le-Rideau afecta al armazón, las cubiertas, las partes altas de mampostería, las esculturas y la carpintería. 

 

Los andamios 

Un andamio y una lona que cubre la totalidad de la obra permite una intervención segura de los carpinteros, techadores y canteros y garantiza una protección perfecta de las azoteas y las plantas durante los trabajos. 

Vista del andamio y de la lona - Todos los derechos reservados.

Las fachadas y las esculturas de piedra franca

La escultura ornamental de Azay-le-Rideau, en gran parte original, testimonia de los talentos reunidos en la región durante el siglo XVI por los encargos reales y aristocráticos. La piedra franca, clara, fácil de tallar y de esculpir, favoreció la aparición del nuevo estilo.

Las restauraciones de principios del siglo XX utilizaron el yeso para ciertos sellados y morteros que imitan a esta piedra. El yeso resultó nocivo para la piedra, que sufrió asimismo de los morteros demasiado duros o estancos, o la oxidación de los elementos de hierro.

 

Cartografía de piedras degradadas - Todos los derechos reservados. 

 

Para la conservación del material original, el restaurador utiliza técnicas modernas, como la limpieza con láser, herramientas diamantadas, la desalación controlada o la consolidación con silicato. Cuando faltan elementos antiguos, el escultor interviene con las mismas técnicas empleadas en el siglo XVI tallando los bloques de piedra franca del cantero.

 

Detalle de decoraciones esculpidas / Lona decorativa de la escalera en obras.

 

EL ARMAZÓN

Desde 2011, los visitantes tienen la suerte de poder acceder a las azoteas del castillo, donde subsiste el armazón original en un estado de conservación excepcional. Durante las obras de restauración de la techumbre, se desnudará el armazón: desde las azoteas, los visitantes podrán observar el trabajo de los obreros. 

Los robles utilizados para construir el armazón se talaron durante el invierno de 1518-1519.  

 

Detalle del ensamblaje: Los robles utilizados para construir el armazón se talaron durante el invierno de 1518-1519. El corte y el ensamblaje de las piezas de madera son dignos de elogio: la excepcional pericia de los carpinteros del siglo XVI ha permitido en gran medida la conservación de esta obra a lo largo de los siglos. Perpetuado hasta nuestros días, el arte del trazado tradicional en la carpintería fue declarado patrimonio inmaterial de la humanidad por la UNESCO en 2009.

 

Esquema del armazón - Todos los derechos reservados. 

 

LA TECHUMBRE

Gran parte de las obras de restauración conciernen a la techumbre, que presentaba serios problemas de estanqueidad que amenazaban la conservación del armazón del siglo XVI. Así, se van a remplazar las pizarras defectuosas y se van a reforzar los adornos de las cumbreras. Esta obra ha permitido redescubrir un patrimonio poco conocido: las cumbreras de plomo tienen una decoración polícroma extremadamente rara que hay que preservar.

La restauración de la techumbre implica una obra compleja que requiere de la pericia de artesanos, de empresas y de obreros altamente cualificados.

LAS PIZARRAS

La pizarra semigruesa utilizada originalmente para cubrir el castillo de Azay proviene de Anjou. A lo largo de los siglos, la techumbre ha sido reparada en distintos momentos, lo que explica la falta de homogeneidad del conjunto, tanto en los colores como en las técnicas empleadas. Para esta renovación, se va a desmontar toda la techumbre y se van a remplazar las pizarras defectuosas.

Las canteras de pizarra de Angers cerraron definitivamente en 2013, por lo que se ha seleccionado una pizarra de Galicia, cuyas características son muy similares a la de Anjou.

 

Estado de las cubiertas antes de la restauración.

Restaurar la techumbre de un monumento histórico exige una pericia excepcional: en la obra, los techadores reproducen las técnicas antiguas, con clavos para fijar las pizarras. La colocación de las pizarras responde a la cubrición de parte vista constante y de parte vista decreciente: es decir, que las piezas se colocan con un ligero desfase para no dejar a la vista ninguna línea.

 

LOS ADORNOS DE LAS CUMBRERAS

Los adornos de las cumbreras son los elementos decorativos de plomo y otros metales que coronan las techumbres. Los del castillo de Azay son excepcionales por su decoración y su altura (6 metros). Bien conservados, datan de los siglos XVI y XIX.

Adorno de cumbrera del castillo de Azay-le-Rideau.

 

LAS DECORACIONES POLÍCROMAS DE LAS CUMBRERAS 

El caballete es la parte más elevada de la techumbre. Para garantizar la estanqueidad de la cubierta, la arista se protege con un elemento que se denomina cumbrera. La de Azay, de plomo, es excepcional, con una decoración polícroma ornamental con elementos vegetales, grotescos y heráldicos.

 

Detalles de los plomos polícromos.

 

A penas visible a simple vista, se va a limpiar y a reforzar esta decoración para protegerla de posibles deterioros. Solo se desmontarán y remplazarán los elementos más deformados.

 

Identificación de los motivos, estudio previo de los plomos polícromos - Todos los derechos reservados.

Cifras clave de la obra

 

La obra de Azay-le-Rideau. Vista global y detalles.

 

Altura del andamio: 28,5 m²
Roble nuevo para el armazón: 35 m3
Cubierta nueva: 1838 m²
Cumbrera de plomo nuevo: 99 ml
Peso de la pizarra: 75 toneladas
Adornos de cumbrera restaurados: 8

 

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